Así era mi vida:
Dejar pasar los días de sol
que la soledad e ignorancia trocaban en nublados.
Olvidar la palabra amor
entre las amarras de los universos encallados
y soportar el silencio indisoluble
de sueños apasionados.
Hallar a cada paso desatinado
la alternativa de no enfrentarme
cara a cara y sin sentido a mi existir
innato, frecuente, desatendido
e irremediablemente condenado
a alimentar mis ráfagas de angustia
preso en las constelaciones anochecidas
y mirar tras los inaccesibles cristales
de mis propios campos de concentración
cómo envenenaban mi esperanza inútil
con infelicidad.
Bautizando mi inicial
de incontenibles avalanchas de leyendas
fantásticas que se hicieron realidad
en el vientre disfrazado e impotente
del olvido.
Tú fuiste en mi historia:
Una brisa que alborotó
las cimientes frías de mi abandono,
la quietud original de mis deseos.
Viniste de un lugar desconocido
de idiomas vertiginosos y alegóricos
donde la poesía se confundía con el aire
para contemplarte estrecha
en la abreviatura ignota de tu génesis
y extraviarme entre las corrientes ideológicas
de los discursos irónicos de manzanas clandestinas
y no sentirte llegar
entre gaviotas leves
hacia el altar postrero de mis pasiones discordes
para crisparme en el epílogo
de ansiosas semillas de cedro y nogal
para cubrir mis desiertos estériles
con tus selvas reverdecidas de ternura
para alimentarme con frutas silvestres
que de tu piel tropical arrancaba
para saciarme como un drogadicto
hasta arrancar el vicio de las piedras.
(Te vi alejar como un cometa
que a su paso deja
el recuerdo)
Así es mi vida:
Caminar bajo la lluvia crepitante
como el fantasma carbónico de un cigarro
y dejar pasar la existencia esquiva inevitablemente
solo.
This was my life:
Let the sunny days
pass that loneliness and ignorance turned into cloudy.
Forget the word love
between the moorings of stranded universes
and endure the indissoluble silence
of passionate dreams.
Find every foolish step
the alternative of not facing me
face to face and meaningless to my existence
innate, frequent, unattended
and hopelessly doomed
to feed my bursts of anguish
(Pintura del artista ruso Serge Marshennikov) |
and look behind the inaccessible crystals
from my own concentration camps
how they poisoned my hopeless hope
with unhappiness.
Baptizing my initial
of unstoppable avalanches of legends
fantastic that came true
in the disguised and helpless belly
of oblivion.
You went in my story:
A breeze that disturbed
the cold foundations of my abandonment,
the original stillness of my desires.
You came from an unknown place
of dizzying and allegorical languages
where poetry was confused with the air
to look at you narrowly
in the unknown abbreviation of your genesis
and get lost among the ideological currents
of the ironic speeches of clandestine apples
and not feel you arrive
between light seagulls
towards the last altar of my discord passions
to tense me in the epilogue
of anxious cedar and walnut seeds
to cover my barren deserts
with your jungles green with tenderness
to feed me with wild fruits
that ripped from your tropical skin
to quench me like a drug addict
until the vice of the stones starts.
(I saw you walk away like a comet
which in its wake leaves
the memory)
This is my life:
Walk in the crackling rain
like the carbonic ghost of a cigar
and inevitably letting go of existence
lonely.