(Planos y vista general del American Park - Plans and general view of the American Park, Guayaquil 1930) |
Nuestras huellas se quedan decorando la arena,
nuestros nombres se abrazan a la luna ya llena,por tu cara una lágrima tu tristeza me cuenta
al saber que te irás cual marina tormenta.
Regresamos de noche a ese hotel de la playa
donde el sueño navega y una estrella desmaya...
nos amamos temblando como dos condenados,
de un embrujo maligno, a vivir separados.
Y dejaste la luz en el cuarto encendida
para ver nuevamente mi pasión desmedida
porque tú ya sabías que era la última vez
que podrías dormir sobre mi desnudez.
Se posaron tus manos en mis hombros bronceados
te tomaron mis manos a tu piel habituados
te besé con ternura, te empujé hasta el lecho,
tus ojitos miraban el sudor en mi pecho.
Y volvimos a amarnos pero ahora deseabas
de que el tiempo parase mientras tú me besabas
y tus piernas asías a mi cuerpo jadeante
para que nunca escape de ese cálido instante.
Y tus uñas clavabas en mi espalda sangrando
el amor que escapaba a tus senos nadando
hasta que de tu boca un quejido profundo
te dejó muy tranquila, y tranquilo al mundo.
Pero al día siguiente tú dejaste la playa
donde el sueño navega y una estrella desmaya,
nuestras huellas no están decorando la arena
nuestros nombres borró aquel mar de esa pena.
Our footprints are decorating the sand,
our names embrace the full moon,
for your face a tear your sadness tells me
knowing that you will leave which marine storm.
We return at night to that beach hotel
(Pintura del artista español Vicente Romero Redondo) |
where the dream sails and a star faints ...
we love ourselves trembling like two condemned
of an evil spell, to live apart.
And you left the light in the room on
to see again my excessive passion
because you already knew it was the last time
that you could sleep on my nakedness.
Your hands rested on my tanned shoulders
my hands to your inhabited skin took you
I kissed you with tenderness, I pushed you to the bed,
your eyes looked at the sweat on my chest.
And we loved each other again but now you wanted
that time stopped while you kissed me
and your legs were gripping my galloping body
so that I never escaped from that warm instant.
And your nails stuck in my back bleeding
the love that escaped your breasts swimming
until from your mouth a deep groan
left you very calm, and calm to the world.
But the next day you left the beach
where the dream sails and a star faints,
our footprints are not decorating the sand
our names erased that sea from that grief.
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