martes, 28 de agosto de 2001

La Cita - The Date

(La concha Acústica en el American Park, uno de los atractivos de este parque - The Acoustic shell in the American Park, one of the attractions of this park, Guayaquil 1935)

Nos miraste llegar cual estatua en la plaza
y sentí que tu boca en mi piel se posaba
con la misma ansiedad del amante que abraza
el minuto excitante de un orgasmo que acaba.

Mientras yo refugiado en la sed de mi amada
la llenaba de besos, de caricias y amor
mas detrás de sus ojos encontré tu mirada
sofocándome el aire con su extraño calor.

Y no quise ver más, mas tu ser me llamaba
te miraba de nuevo y tu mano subió
por tu pierna nevada y el faldón levantaba
y tu lengua, tus labios, suavemente mojó.

Pronunciaste tu nombre y un papel escondiste
en la mesa que había en aquel restaurante
me miraste de nuevo y en silencio te fuiste
y dejaste en mis miedos una duda inquietante.

Al marcharnos, nervioso, recogí la misiva
y al llegar a mi casa la leí sorprendido
me invitaste a pasar una noche lasciva
en la fecha que yo visitara tu nido.

Yo llegué hasta tu puerta esa noche de Enero
y la abriste sonriendo en tu bata rosada,
me tomaste en tus brazos, me dijiste: “te quiero”
y te amé en la alfombra sin decirte yo nada.

Apreté así tus muslos con la fuerza de un puma,
enredé tus cabellos en mis dedos furioso
y un eclipse lunar despertó entre la bruma
enterrando una estaca en tu vientre vidrioso.

Y me fui con el alba por la calle vacía
recordando esos ojos que mi vida cambió.
En la alfombra tu cuerpo desangrado yacía
y un papel que en tu mano desdoblado quedó.

You watched us arrive as a statue in the square
and I felt that your mouth on my skin perched
with the same anxiety of the lover who hugs
the exciting minute of an orgasm that ends.

While I take refuge in the thirst of my beloved
I filled her with kisses, caresses and love
(Pintura del artista español
Vicente Romero Redondo)
but behind his eyes I found your gaze
suffocating the air with its strange heat.

And I didn't want to see more, but your being called me
I looked at you again and your hand went up
by your snowy leg and the skirt lifted
and your tongue, your lips, gently wet.

You pronounced your name and a paper you hid
at the table in that restaurant
you looked at me again and in silence you left
and you left in my fears a disturbing doubt.

When we left nervously, I picked up the letter
and when I arrived at my house I read her surprised
you invited me to spend a lascivious night
on the date I visited your nest.

I came to your door that January night
and you opened it smiling in your pink dressing gown,
you took me in your arms, you said, "I love you"
and I loved you on the carpet without telling you anything.

I squeezed your thighs like that with the force of a cougar,
I tangled your hair in my furious fingers
and a moon eclipse woke up in the mist
burying a stake in your glassy belly.

And I left at dawn on the empty street
remembering those eyes that my life changed.
On the carpet your bleeding body lay
and a paper that in your unfolded hand remained.

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